A punto de iniciar un nuevo año, destacamos algunos de los avances para las comunidades escolares madrileñas y organizaciones que promueven una mejor alimentación para nuestra salud y la del planeta.
En un año marcado, como no, por la emergencia sanitaria, podemos celebrar un buen puñado de noticias y avances en esta materia. Esperemos que en estas Navidades, tras coger un poco de aliento (¡detrás de la mascarilla, claro está!), echar la vista atrás nos ayude a coger impulso y seguir construyendo nuevas “victorias” que celebrar en 2022. ¡Aquí va nuestra selección!
1. ¡Ampliamos el trabajo con la Red Municipal de Escuelas Infantiles 0-3 de Madrid!
El curso 20/21 arrancó con muchas incertidumbres, nuevos protocolos y limitaciones que dificultaban, desde el acceso de familias y formadoras externas a las escuelas (y actividades que en ellas se pudieran dar), a la participación y autonomía del alumnado en comedores escolares.
En este contexto, y tras adaptar la mayoría de las acciones del proyecto Menús Sostenibles, Planeta Saludable, compartido con CERAI, logramos mantener un nivel muy alto de actividad con las educadoras, cocineras y familias de 12 escuelas de dicha Red.
La mejor noticia, no obstante, ha sido el inicio de la 2ª fase del proyecto en Septiembre de 2021, gracias a la cuál ya estamos trabajando con 6 escuelas más. Entre otras acciones, en noviembre y diciembre se ha realizado un curso teórico y práctico para 16 cocineras de la Red… ¡Delicioso!!!!
Pero además, hemos iniciado procesos con otros centros de «mayores», como el CEIP República de Venezuela y el colegio siglo XXI.
2. ¡Un montón de nuevos recursos a disposición de familias, cocineras, educadoras y profesorado!
¿Es posible trabajar la sostenibilidad con niños y niñas menores de 1 a 3 años?
¡Es que no hay quien entienda las etiquetas de los alimentos!
¿Y tu pediatra que dice de las alergias?
¿Qué preparo esta noche de cena? ¿Y qué le llevo al parque de meriendaaaaa?
Muuuchas preguntas que responder, en un contexto en el que las escuelas de familias y formaciones presenciales a las plantillas educativas se cancelaron, y, por decirlo de manera elegante, hemos estado un poquiiiito desbordad@s vitalmente.
Confesamos ser cómplices de esa saturación de pantallas de los últimos meses… No obstante, esperamos que algunos de los muchos materiales y recursos elaborados en 2021, como las guías para educadoras o para familias, videorecetas, etc., te hayan ayudado a responder alguna de esas preguntas, y sobre todo, hecho la vida un poquito más fácil.
3. Un Ministerio de Consumo que, por fin, defiende la alimentación de los y las más peques.
Tras muuuchos años reclamando políticas públicas que pongan freno al desorbitado consumo de ultraprocesados responsable, en buena medida, de niveles de sobrepeso y obesidad más que alarmantes, en octubre el Ministerio de consumo anunció limitar la publicidad dirigida a público infantil de «alimentos» tan poco adecuados para nuestros niñas y niñas como omnipresentes en las pantallas.
¡Qué no! ¡Que nadie te prohíbe darle a tu hij@ las chuches que quieras! No hagas caso a l@s lumbreras de los menús del Telepizza… Aunque piensa que no es la mejor forma de demostrarle lo muchísimo que le quieres.
Volviendo a las autoridades, en julio, la campaña #MenosCarneMásVida del Ministro Garzón puso en el centro del debate público las muchas implicaciones negativas de los actuales consumos desaforados de carnes y alimentos de origen animal, sostenidos por una ganadería industrial que amenaza a cientos de comunidades rurales aquí y al otro lado del Atlántico.
Recientemente, nos ha gustado mucho el recetario Comida rápida, barata y saludable, publicado por dicho Ministerio en colaboración con varias mujeres sobresalientes en diferentes facetas de la alimentación.
Celebramos las, visto lo visto, valientes campañas y anuncios del Ministerio. No obstante, falta lo más importante: los hechos.
4. Avances en compra pública alimentaria
El conjunto de mejoras en la alimentación ofrecida a miles de niños y niñas madrileñas en la Red Municipal de Escuelas Infantiles 0-3 no habría sido posible sin las innovaciones introducidas en los contratos de gestión de sus más de 70 escuelas. Pero este no es un caso aislado: cada vez más administraciones introducen cláusulas y criterios de sostenibilidad y/o salud en los servicios de alimentación de colegios, centros socio-sanitarios, etc. Así lo pudimos comprobar en el curso organizado en la primavera junto al Grupo de Trabajo de Compra Pública Alimentaria de la Red de Ciudades por la Agroecología, donde más de 20 trabajadores/as públicos/as de casi todo el Estado, juristas y expertas en alimentación compartimos buenas prácticas y aprendizajes.
2022 será un año importante en Madrid en esta materia, y de ello hablaremos en la VI Jornada Alimentar el Cambio, que se celebrará en Abril en la Casa Encendida, con dos platos fuertes:
- ¿Consolidarán y ampliarán los nuevos contratos de gestión de las escuelas infantiles de la capital las mejoras en alimentación de los últimos cursos?
- ¿Qué resultados ha tenido el nuevo sistema de elección de empresas que gestionan los comedores de los colegios públicos, impuesto por la Consejería de Educación del gobierno regional.
5. La pobreza alimentaria en el punto de mira
La bofetada de realidad que en 2020 supusieron las colas del hambre era la punta del iceberg de una realidad: la precariedad vital de buena parte de la población, y su impacto inmediato en su seguridad alimentaria. Y no es solo llenar la despensa (y barrigas): importa y mucho con qué.
Cada vez somos más conscientes de cómo la exclusión socioeconómica es el principal obstáculo a la consecución del Derecho a una alimentación adecuada. Lejos de encontrar respuestas globales a esta realidad, en 2021 el movimiento agroecológico ha seguido trabajando la pobreza alimentaria, desarrollando inspiradoras iniciativas compartidas con redes de solidaridad en lugares concretos, como Alterbanc en Barcelona. No obstante, para la gran mayoría de territorios este es un reto pendiente y urgente, en tiempos en los que los populismos de extrema derecha intentan acercarse a las clases populares, precisamente, caricaturizando la comida saludable y a quienes la promueven.
Buscando un mayor impacto en las comunidades educativas con las que trabajamos (y en especial en sus integrantes más humildes), hemos finalizado el año estrenado nuevas actividades educativas: más prácticas y aplicadas a necesidades cotidianas de las familias, poniendo en el centro el juego, la investigación o la elaboración y disfrute de alimentos.
Mucho trabajo pendiente para 2022 que, no obstante, afrontaremos saboreando lo logrado este año.
¡Salud y buenos alimentos para todos y todas!