Con motivo del reciente Día Mundial del Clima, recordamos algunas pautas para convertir nuestras dietas en aliadas del clima.
El pasado 26 de Marzo se celebró el Día Mundial del clima, con el objetivo de generar conciencia y sensibilizar a las sociedades sobre la importancia e influencia del clima, así como el impacto del cambio climático sobre nuestras vidas.
Como nos recuerdan desde la Fundación Daniel y Nina Carasso, el sistema alimentario se ha convertido en los últimos años en uno de los principales elementos para la lucha contra el cambio climático. Lo que comemos, lejos de ser anecdótico, ocupa un papel crucial, ya que el sector alimentario representa en torno a una tercera parte de las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial y los efectos del calentamiento global inciden cada vez más en la seguridad alimentaria del planeta.”
El movimiento por la Soberanía Alimentaria nos propone «5 pasos para enfriar el planeta y alimentar a su gente»en esta interesante infografía.
Y en mi día a día… ¿cómo hago que mi dieta sea «amiga-del-clima»? Aquí te damos algunas claves:
- Alimentos de temporada.
- Productos de proximidad.
- Equilibrar en los menús proteína animal y proteína vegetal: menos carne (y mejor si es de ganadería extensiva) y más legumbres. Tal y como plantea la Dieta Mediterránea.
- Alimentos de agricultura y ganadería ecológicas, en la medida de lo posible, pues la fertilización orgánica o el manejo de pastos y estiércoles exigidos en la producción ecológica reducen las emisiones y ayudan a fijar carbono en los suelos.
- Y más allá de las acciones individuales, las iniciativas colectivas y la presión de la ciudadanía son clave para lograr cambios en el modelo agroalimentario global. ¡Participa en las campañas, en los centros educativos, en las asociacione