Una interesante investigación de diversas unversidades sobre los cambios acontecidos en la dieta de los adolescentes durante el confinamiento, con algunas conclusiones muy sorprendentes.

El resumen del artículo científico que acaban de publicar afirma que:  «La adolescencia es un período crítico en la consolidación de estilos de vida saludables que pueden durar hasta la edad adulta. Para analizar los cambios en el consumo de alimentos y las conductas alimentarias en adolescentes de secundaria durante el primer encierro, se realizó un estudio transversal al final del encierro en España. Se analizaron los cambios en la frecuencia o cantidad de consumo de diferentes tipos de alimentos y comportamientos relacionados con los alimentos. También se consideraron variables socioeconómicas y relacionadas con la salud. Para determinar si los cambios en la dieta estaban relacionados con la posición socioeconómica (SEP), se estimaron modelos de regresión de Poisson con varianza robusta. En general, hubo algunos cambios hacia una dieta más saludable, como un aumento en el consumo de frutas (38,9%) y una disminución en el consumo de refrescos (49,8%), dulces y bollería (39,3%) y alimentos precocinados (49,2%). . Sin embargo, algunos cambios se relacionaron con comportamientos menos saludables, como un patrón más irregular de distribución de las comidas (39,9%) o un aumento de los bocadillos entre comidas (56,4%). Los cambios hacia una alimentación menos saludable también se relacionaron con el SEP de los estudiantes. Se encontró que el riesgo de empeoramiento de la dieta era un 21% más alto en los adolescentes de una SEP más desfavorecida. Las futuras políticas públicas podrían adaptarse para evitar el aumento de las desigualdades nutricionales y de salu».

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