La sobredimensión de la producción y del consumo de carne en el Estado español, ha acabado convirtiéndose en un grave problema para la sociedad por sus efectos negativos para la salud y en el medio ambiente.

Por eso apoyamos la campaña Carne de cañón de la ONG Justicia Alimentaria que alerta de la insostenibilidad del sector, visibiliza el consumo excesivo de carne (sobre todo la carne low cost y derivados) y denuncia sus enormes efectos en la salud. También señala algunos de los hilos que mueve la industria cárnica que le permiten seguir operando con total impunidad y el poder de su lobby cárnico.

Esta campaña no pretende criticar a la carne per se sino a este tipo de producción y consumo porque la ganadería ocupa un lugar claro y demostrado en los agroecosistemas, cumple una función de simbiosis con el sistema agrario y si se hace bien permite cerrar y completar los circuitos energéticos y de materiales de estos sistemas, además de ser una buena fuente de alimentación sana y equilibrada.

Pero lo que existe en nuestros suelos agrarios, en los supermercados y en nuestro plato no tiene nada que ver con eso: el modelo industrial globalizado y el consumo actual han desbordado todo límite ecológico y saludable hasta el punto de que la carne nos enferma. Por eso, Carne da cañón reclama políticas públicas que acaben con este expolio de la salud de las personas y del territorio por el beneficio a corto plazo de unas pocas empresas. Actualmente, no hay contrapoder a esta industria que destruye nuestra tierra y, sobre todo, la salud de las personas con menos renta.

Desmontando el lobby de la industria cárnica

Uno de los ejes de trabajo más potentes que tiene la industria cárnica es la vinculación con buena parte de las asociaciones médicas y de nutrición. Muchas personas que ocupan cargos de relevancia en el mundo de la salud y de la nutrición en nuestro país tienen algún tipo de relación con la industria cárnica.

En el otoño de 2015, la OMS hizo pública una nota de prensa donde indicaba que la carne roja y la carne procesada eran cancerígenas para los seres humanos. Que toda la prensa generalista se hiciera eco de ello, provocó un seísmo monumental en la industria cárnica del que supo salir airosa.

El informe de la campaña Carne de Cañón desgrana ese caso para explicar el modus operadi de la industria y la delgada línea que la separa de algunas asociaciones médicas. Además, no se corta al señalar con nombres y apellidos a aquellas personas y asociaciones que le hacen el juego a la industria.

Para informarte y apoyar la campaña: https://justiciaalimentaria.org/carne-de-canon#top

Link del informe Carne de Cañon: https://justiciaalimentaria.org/sites/default/files/campaign/Informe_Carne_de_Canon.pdf