La Comunidad de Madrid adjudicará algunas becas de comedor en función de la pertenencia a determinadas profesiones, no de la necesidad social ¿Por qué priorizar las familias de militares y policías frente a las de barrenderos/as, personal sanitario y muchos otros sectores fundamentales?
Hace unos días en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid BOCM se aprobaba extender la cuota reducida de comedor de 3€ a hijos/as de policías y guardias civiles, sea cual sea su situación socioeconómica. El precio reducido de 3€ se aplicaba a «familias con renta per cápita familiar menor a 4.260 euros» en 2018, y a menores en acogimiento familiar, familias víctimas de terrorismo o violencia de género. Ahora también a los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado residentes en la región, sea cual sea su situación socioeconómica. Quienes perdieron su trabajo por la COVID19, sin embargo no podrán beneficiarse.
La Comunidad de Madrid se ha significado por utilizar políticamente la alimentación escolar de una forma incomprensible: durante la pandemia cerró los comedores escolares y no tomó ninguna medida para apoyar la alimentación de más de 80.000 menores con beca de comedor; tuvo meses comiendo pizza a diario a miles de familias vulnerables, beneficiando económicamente a determinadas empresas de comida rápida; y ahora realiza un incomprensible gesto de clientelismo y discriminación, pues los derechos de la infancia no pueden depender de la profesión de tus familiares. ¿Por qué priorizar las familias de militares y policías frente a las de tantos trabajadores y trabajadoras de sectores esenciales de la sociedad (sanidad, educación, cuidado de personas dependientes, limpieza, suministros básicos…)?
Incomprensible, injusto y nada educativo.