Juan Roig (Mercadona) afirma que a mitad de siglo no tendremos cocinas en las casas. Y es que el consumo de comida elaborada y adquirida en grandes supermercados gana terreno, amenazando con ello las producciones sostenibles, dietas saludables y culturas gastronómicas. Por esto, cocinar es también resistir…

El Diario El Salto publicó recientemente este artículo de Javier Guzmán (Justicia Alimentaria) respondiendo a las predicciones del propietario de Mercadona, gran dominadora del sector de supermercados en España con beneficios record de 1384 millones de euros en 2024. «A mitad del siglo XXI no habrá cocinas (en las casas)”, dijo el empresario valenciano.

Guzmán enumera en el artículo varias de las nefastas consecuencias del claro patrón de crecimiento del consumo de comidas elaboradas para los y las consumidoras, restauradoras y agricultoras. Dichas comidas, elaboradas en cocinas industriales, están «diseñadas para maximizar beneficios, no para alimentar de forma saludable», ni para suministrarse de productores y productoras de proximidad. Te recomendamos su lectura, en la que se desgranan los impactos negativos de esta tendencia para los y las consumidoras, el sector de la restauración y sus plantillas, el sector primario, la diversidad gastronómica o las identidades culinarias. El autor también nombra alguna de las políticas (fiscales, de conciliación…) necesarias para apoyar que en los hogares cocinemos más.

Así que… a cocinar para disfrutar, para darle a nuestro organismo los nutrientes que necesita para estar sano, para cuidar y disfrutar de tu gente, para mantener parte del legado de generaciones previas, para cuidar de paisajes, para apoyar a los y las productoras de tu territorio, para crear, etc.

¡A cocinar para resistir!