El Heraldo de Aragón recoge que al menos diez colegios cambian este curso de línea fría a cocina propia en la región puesto que el Gobierno de Aragón se ha comprometido a recuperar algunas cocinas de los comedores escolares. Una de las primeras será la del colegio Zaragoza Sur a través de una licitación para transformarla este año por un presupuesto de 96.473 euros.
La mayoría de los colegios de Zaragoza cambiaron obligados, hace ocho años, la cocina de elaboración propia por el actual sistema de línea fría a través del cual las empresas de catering llevan a los centros los menús previamente cocinados. Pero muchos centros demandan recuperar sus cocinas in situ para dar un mejor servicio a los alumnos y alumnas.
Solo unos pocos centros mantuvieron la cocina y la gestión propia de sus comedores como los colegios Doctor Azúa, Cesáreo Alierta, César Augusto, Eliseo Godoy, Tío Jorge y San Braulio. A los que se sumaron hace dos años los de Agustina de Aragón y El Espartidero.
El Gobierno de Aragón ha anunciado que durante este curso se harán obras para adaptar las cocinas de al menos ocho colegios más: Parque Goya, Valdespartera y Vadorrey en Zaragoza, San Roque de María de Huerva, El Parque de Huesca, Ferrer y Racaj de Ejea, Palmireno y Sobrarías de Alcañiz.
Además, se harán nuevos comedores y cocinas en centros que hasta ahora no tenían, como el de Emilio Moreno Calvete de Zaragoza, Grisén y Sádaba, Estas actuaciones forman parte de un ‘plan de cocinas’ con presupuesto de 500.000 euros pactado con Podemos.
La lista de centros no está cerrada y se podría actuar en otros colegios pues hay más que han pedido al Gobierno de Aragón que se les incluya en esta renovación, como el María Moliner de Zaragoza.
Aparte de este plan, otros han adaptado su cocina como es el caso del colegio Valderrobles que lo llevaba solicitando desde hace dos años y al que el Ayuntamiento le ha pagado las obras. La contratación del personal la llevará a cabo la empresa de catering y la cocinera será de la zona.
La Plataforma por unos comedores escolares públicos de calidad, que agrupa a más de 50 asociaciones de padres y otras entidades, y que lleva años criticando el sistema de línea fría y pidiendo la vuelta de las cocinas in situ, aplaude el plan pero lamenta que llegue con retraso ya que se podía haber aprovechado el periodo estival para acometer las obras y empezar el presente curso con las cocinas ya renovadas.
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