Recientemente Greenpeace han realizado un balance integral del funcionamiento de los comedores escolares (conciliación, modelos de gestión, potencialidades inaprovechadas de la compra pública para favorecer cambios en el sistema alimentario…). Una realidad que afecta a más de 1 millón de peques comen en sus coles. Los centros escolares podrían ser vitales para apoyar a los pequeños y medianos productores locales y sostenibles, pero los datos muestran un problema: tras analizar contratos públicos por valor de 800 millones de euros, descubrimos que (a pesar de los cambios de la normativa) solo 4 gigantes acaparan el 50% de los servicios de comedor. Además, no se prioriza el consumo de proximidad ni una dieta saludable y sostenible.

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