Los comedores escolares de Durango han puesto números al impacto económico que supondría que los colegios elaboraran la comida en cocinas in situ comprando alimentos de proximidad, el resultado es que 40.388 euros a la semana revertirían en la zona. Una fórmula muy concreta de visibilizar las potencialidades económicas que tiene la compra pública puesta al servicio de las economías locales.

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