Un reciente estudio publicado en la revista médica internacional The Lancet, al que han contribuido más de 130 científicos de casi 40 países contribuyeron al análisis, revela que el consumo de cantidades bajas de alimentos saludables (como los cereales integrales y frutas) y la ingesta de demasiados alimentos con mucha grasa, sodio y azúcares, provocan más muertes que el tabaco, la presión arterial alta o cualquier otro riesgo para la salud, representando una de cada cinco muertes en todo el mundo.

Las dietas deficientes fueron responsables en 2017 de 10,9 millones de muertes, el 22% de todas las de adultos, con enfermedades cardiovasculares como la causa principal, seguido de cáncer y diabetes. También de 255 millones de años de vida ajustados por discapacidad (que equivalen a la suma de años de vida perdidos y vividos con discapacidad). En comparación, el tabaco se asoció con 8 millones de muertes y la presión arterial con 10,4 millones de muertes.

Aunque el impacto de los factores dietéticos individuales varía de un país a otro, el estudio encuentra tres factores (ingesta baja de cereales integrales, frutas y alto consumo de sodio) que representaron más del 50% de las muertes relacionadas con la dieta y el 66% de los años de vida ajustados por discapacidad. El otro 50% de los fallecimientos, y el 34% de los años de vida ajustados por discapacidad, se atribuyeron al alto consumo de carnes rojas, carnes procesadas, bebidas azucaradas y ácidos grasos trans, entre otros.

Ashkan Afshin, autor principal del estudio y profesor asistente en el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, apuntó que las políticas dietéticas que se centran en promover una alimentación saludable pueden tener un efecto más beneficioso que las políticas que abogan contra los alimentos poco saludables.

También manifestó que hay una necesidad apremiante de cambios en los diversos sectores del ciclo de producción de alimentos: como el cultivo, el procesamiento, el empaquetamiento y la comercialización. Y que esta investigación encuentra la necesidad de una intervención integral del sistema alimentario para promover la producción, distribución y el consumo de alimentos saludables en todas las naciones.

El profesor de Harvard, el doctor Walter Willett, coautor del estudio, señaló los beneficios de reemplazar la carne roja por otras fuentes de proteína, sobre los factores de riesgo en enfermedades cardiovasculares. Y que la adopción de dietas que enfaticen los alimentos como la soja, los frijoles y otras fuentes de proteínas vegetales saludables tendrá beneficios importantes para la salud humana y planetaria.

La evaluación también muestra que los principales factores de riesgo, que resultan en muerte, son las dietas altas en sodio, bajas en granos enteros, bajas en frutas, bajas en nueces, semillas y baja en verduras. Cada uno de estos factores de riesgo representa más del 2% de todas las muertes a nivel mundial.

Aquí se puede consultar el estudio: https://www.thelancet.com/journals/lancet/article/PIIS0140-6736(19)30041-8/fulltext