Un estudio pionero en el sur de Europa muestra que el 95% los escolares madrileños están expuestos a malos alimentos en la puerta del centro educativo, pese a que el contexto escolar es decisivo para la alimentación de los menores, influye en su educación y hábitos futuros.
Un grupo de investigadores españoles lo ha analizado por primera vez en un país del sur de Europa, donde mayores son los índices de sobrepeso y obesidad entre los menores. La investigación ha sido realizada en el marco del proyecto europeo Heart Healthy Hoods que estudia la asociación entre el entorno urbano y la salud cardiovascular.
Para ello, escogieron la ciudad de Madrid y realizaron un minucioso estudio del entorno de los más de 1.300 centros escolares que localizaron. Y examinaron la cantidad de establecimientos con alimentos o bebidas no saludables a 400 metros de los centros, a menos de 5 minutos de paseo. El 95% de los colegios madrileños tienen cerca un local donde comprar bollería industrial o bebidas azucaradas.
Los resultados muestran que casi todos los colegios de Madrid están absolutamente rodeados de tiendas que venden productos muy poco saludables: una media de 17, a una media de menos de 90 metros de distancia, en la misma puerta. Lo más llamativo es cómo las escuelas de barrios desfavorecidos se ven todavía más afectadas, tienen hasta un 62% más tiendas alrededor que las de los barrios medios. La diferencia es aún mayor con las escuelas de barrios altos, que tienen un 41% menos de tiendas que los medios.
En Madrid, un estudio reciente mostró que los jóvenes que viven en áreas más desfavorecidas tienen más probabilidades de ser obesos comparados con aquellos que viven en áreas más favorecidas. En Canadá y Finlandia, distintos estudios han mostrado que tener más a mano los establecimientos de comida rápida alrededor de las escuelas se asocia con una mayor ingesta de comida basura entre los menores. En California comprobaron que el índice de masa corporal de los críos aumentaba por cada tienda adicional con comestibles no saludables disponible cerca de las escuelas públicas.
La importancia del entorno fuera de las escuelas ha estado infravalorado a pesar de su influencia. Un estudio publicado en febrero en la revista de la Asociación Médica de EE UU (JAMA Pediatrics) daba buena prueba de ello. Se realizó una intervención en varias escuelas de barrios desfavorecidos de Filadelfia en las que se daba de desayunar a los alumnos en el propio centro, mientras se les ofrecía información nutricional. Pasados dos años y medio, la incidencia de la obesidad se había triplicado entre estos escolares frente a los niños que no participaron en el programa. Los investigadores dedujeron que los chavales seguían comiendo de camino a la escuela, por lo que al final estaban desayunando dos veces.
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