Una reciente investigación en cuatro barrios populares de Londres avala el impacto positivo de las políticas públicas de comedores escolares gratuitos. Una medida que lucha contra la desigualdad, pero que además mejora la salud de la población más vulnerable.
Los niveles de obesidad se redujeron entre un 7% y un 11% entre la infancia sujeta a programas de acogida en los cuatro distritos londinenses. Para los de sexto año, que habían recibido comidas escolares gratuitas durante todo su tiempo en la escuela primaria, hubo una reducción del 5-8%. Además ha mejorado el rendimiento escolar del conjunto, mostrando relación entre buena alimentación.
Esta política ha sido enormemente popular entre los padres, y la investigación ahora muestra que está haciendo una verdadera diferencia para la salud y el aprendizaj.
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