Las guarderías municipales de Barcelona empezarán a incluir obligatoriamente alimentos ecológicos en sus menús a partir de septiembre y, por primera vez, darán una alta prioridad a los alimentos de proximidad.
El Instituto Municipal de Educación de Barcelona ha introducido estas condiciones para la adjudicación de los servicios de comedor de las 68 guarderías municipales, que comenzará a implantarse en el mes de septiembre, cuenta con un presupuesto de 15.775.766 euros y se incluirán también en el servicio de comedor del resto de cunas municipales, que se adjudicará el próximo año (33 escuelas).
Los alimentos que deberán ser obligatoriamente de agricultura ecológica son los cereales, las cebollas, la zanahoria, los champiñones y el tomate sofrito, los puerros, la calabaza, las espinacas, el calabacín y el brócoli. En el caso de otros alimentos como las patatas, pasta, arroz, garbanzos, lentejas, pan, manzana, pera, plátano, pollo, ternera y leche, el hecho de que sean de agricultura ecológica no es un requisito, pero si que supondrá un mérito a la hora de adjudicar el servicio a una u otra empresa.
Otros requisitos son la obligatoriedad de cocinar con aceite de oliva virgen, que la verdura sea fresca, que el pan se haya elaborado el mismo día y que el pescado sea rape, merluza o bacalao congelado. Además, por primera vez se fomentará que los proveedores sean centros especiales de trabajo o empresas de inserción laboral.
Un trabajo de fondo que fructifica ahora
Ya hace años que el criterio de alimento ecológico en los pliegos de las escuelas infantiles municipales de Barcelona estaba introducido. Existía la cláusula de alimentos de procedencia de agricultura ecológica y en la última licitación del año 2018, tenía 45 puntos sobre los 100 obtenidos y establecía un listado de alimentos, así como una baremación.
Desde la aprobación del EIPA (Estrategia de impulso de Políticas Alimentarias) por parte del Ayuntamiento de Barcelona (2016-2019) se pusieron en marcha una serie de actuaciones, como la compra pública y la gestión de comedores de competencia municipal. Y, desde enero 2018, desde el secretariado técnico de políticas alimentarias (que depende del Comissionat d’Economia social, solidaria y consumo) se ha ido trabajando el proyecto Menjadors Sans i Sostenibles (comedores sanos y sostenibles), uno de cuyos objetivos era incorporar criterios de proximidad, circuito corto y ecológicos en las licitaciones de los comedores.
Durante el último trimestre del 2018, el Instituto Municipal de Escuelas Infantiles (IMEB) se puso en contacto con el Comisionado para valorar la posibilidad de introducir los criterios de proximidad. Desde el Secretariado Técnico se empezó a trabajar ese criterio. Y, para incluir una cláusula de valoración objetiva, se hizo una propuesta a partir de la cual el equipo técnico del IMEB lo trabajó y elaboró la lista de los alimentos para que fuera viable esta exigencia.
La novedad de las licitaciones que se han publicado ahora, es la inclusión de criterios de proximidad y de criterios sociales (como la producción procedente de empresas de economía social), y es un primer paso. De 45 puntos se pasa a 65 (35 puntos producción ecológica + 20 puntos criterios de proximidad + 10 puntos criterios sociales). Ahora el reto es ver los resultados e incorporar mejoras en las próximas licitaciones.
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