Un movimiento que reivindica la la comida sin procesar o a la que se procesa de manera “buena” como el aceite de oliva virgen, el yogur, el queso o las conservas. Una llamada a desconfíar de aquello que tu abuela no pudiera reconocer fácilmente como un alimento, como dice Michel Pollan.

Una forma de recuperar el valor nutricional de los alimentos y diferenciar lo que denominamos comida, de los productos ultraprocesados, llenos de conservantes, grasas, sales y azúcares añadidos y que resultan hipercalóricos. Una llamada a huir del canto de sirena de los precocinados, refrescos, bollería industrial, snacks, potenciadores de sabor, envases coloridos… para centrarnos en la comida real.

En este artículo las amigas del blog SALTAMONTES nos lo cuentan de forma muy amena, además de ligar estas cuestiones con la problemática ecosocial. Algo que muchos de sus divulgadores suelen obviar.

Así que buena lectura!!